Los valores del turismo medioambiental van camino de extender su influencia a un buen número de destinos, productos turísticos y segmentos de mercado. Un notable grupo de empresas y profesionales del sector lo están interpretando en este mismo sentido y canalizan sus esfuerzos para revalorizar el patrimonio y los espacios medioambientales con mayor potencial.
La citada tendencia es tan clara que alcanza incluso al turismo más amante de los servicios y de los establecimientos de alta gama. En efecto, es un hecho que el lujo y el turismo de naturaleza cada vez comparten un mayor número de espacios y establecen alianzas u ofertas dotadas de una decidida vocación para seducir al viajero con alto potencial de gasto. Así lo ha visto uno de los chefs más destacados de la Costa del Sol, Diego del Río, del restaurante ‘El Lago’, de Marbella. En efecto, Diego del Río, distinguido con una estrella Michelín, oferta ahora a sus clientes la posibilidad de visitar sus huertos ecológicos, así como otros enclaves en los que se producen alimentos de forma artesanal, como una quesería o una tahona tradicional.
Con esta iniciativa, el prestigioso chef de Marbella intenta subrayar el carácter ecológico de su oferta gastronómica y vincularla a un público objetivo de elevado poder adquisitivo, que identifica la calidad con el medio ambiente, con la tierra y con las tradiciones más fuertemente enraizadas con el acervo de cada lugar.
Cada vez en mayor medida, el lujo va más allá del glamour, la exclusividad y los oropeles, para vincularse con la naturaleza, incluso en la Costa del Sol.