Menorca es reconocido como destino turístico en el que se armonizan los atractivos de un enclave emblemático y cosmopolita, de sol, mar, playa y diversión, con la preservación de un extenso catálogo de espacios naturales que suponen un claro referente entre todas las islas que se reparten por el Mediterráneo.
Ahora, desde la presidencia del Consell Insular de Menorca se plantean como objetivo fortalecer esta condición que la isla, que la convierte en lugar apetecible para viajes, vacaciones o escapadas, a lo largo de todo el año, con especial incidencia en un perfil de turista de poder adquisitivo medio-alto y nivel cultural o formativo por encima de la media.
De esta forma, los responsables institucionales de la isla formulan el objetivo de posicionar a Menorca como Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Se quiere impulsar su visibilidad y su condición de destino turístico de calidad, al margen de los viejos tópicos de la estacionalidad y del sol o la playa como únicos argumentos de peso.
El turismo en Menorca debe recibir un mayor impulso como motor de la actividad económica de la isla, y para ello resulta necesario mirar al futuro y aunar inversiones públicas y privadas que puedan llevar al sector a satisfacer sus objetivos de excelencia, a medio y largo plazo.
En cualquier caso, el punto de partida para este salto de calidad no puede ser mejor. Menorca integra con creces todos los activos turísticos con poder para atraer a una ingente cantidad de visitantes, seducidos todos ellos por su propia singularidad y por su representatividad de la cultura insular mediterránea.