Con frecuencia, suele pensarse en el Circo de forma un tanto desconsiderada, como si se tratara del ‘pariente pobre y bohemio’ de los espectáculos o de las artes escénicas, en general.
Salvo que te llames ‘Cirque du Soleil’, pertenezcas a una multinacional canadiense y produzcas espectáculos en serie por todo el mundo, a 80 euros la entrada, si eres artista, profesional o empresario del circo, lo más probable es que pases desapercibido para muchos y te veas relegado a escenarios menores, sobreviviendo de feria en feria o de pueblo en pueblo.
Pero la realidad es que el Circo sigue vivo y conserva, con no pocas dificultades, sus formas tradicionales de expresión y de entretenimiento para el público de todas las edades. Buena prueba de ello es la celebración, en estas fechas, del Tercer Encuentro de Circo Social de Menorca, promovido por Son Circ, en el Claustre del Carme de Maó (Menorca).
En este evento consagrado al Circo participan más de 60 artistas, en representación de la realidad actual del Circo de siete países (España, Italia, Reino Unido, Dinamarca, Bélgica, Turquía, Suiza y la República Checa).
Este Tercer Encuentro de Circo Social de Menorca tiene como objetivo acercar el Circo a los más jóvenes y sensibilizar a espectadores de todas las edades respecto del gran bagaje didáctico y cultural que vienen aportando las artes circenses, desde hace muchas generaciones.
Mañana, viernes 30 de agosto, a las 20:30 horas, la celebración de la Gala Internacional de Circo Social de Menorca servirá para conferir mayor realce a este ciclo de funciones desarrolladas bajo los auspicios de la asociación Son Circ; de la European Youth Circus Organizations y del programa denominado ‘Juventud en Acción’, de la Unión Europea.
Por último, el sábado 31 de agosto se pondrá fin al programa con una gran Fiesta Circense, abierta al público y organizada con una atractiva programación de talleres y actuaciones de circo y música.
La intuición y el sentido común nos dicen que el circo sintoniza muy bien con la sensibilidad de los residentes y turistas que acuden a Menorca, y esta es una de las escasas oportunidades de entrar en contacto directo en la isla con esta tradición artística secular.