Representa un hecho incontestable que la isla de Mallorca cuenta con un patrimonio medioambiental extenso y valioso, pero también inédito para la mayor parte de los viajeros que nos visitan cada temporada. Ni tan siquiera espacios naturales protegidos, de carácter emblemático, como el Parque Natural Mondragó, el Parque Natural S’Albufera, el Área Natural de la Sierra de Tramuntana, el Área Natural Sa Dragonera o el Área Natural Cap de Ses Salines llegan a ser suficientemente conocidos por tantos y tantos turistas que recalan en Mallorca y que reconocen su inquietud y sensibilidad hacia los ecosistemas más singulares y su biodiversidad.
De hecho, según datos aportados por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio del Govern de les Illes Balears, tan solo el 15 por ciento de las personas residentes en todo el archipiélago visitan los espacios naturales protegidos que se emplazan en nuestro territorio, y estos ostentan muy escasa visibilidad para los turistas que pasan sus vacaciones en Mallorca.
Cada vez son más los visitantes en Mallorca que no desean limitar su tiempo de vacaciones al sol, la playa o el ocio nocturno y muestran interés y curiosidad por practicar senderismo, cicloturismo, avistamiento de aves, rutas medioambientales o visitas guiadas a espacios naturales autóctonos.
Sin duda, el patrimonio medioambiental de Mallorca representa un potente activo turístico con enorme capacidad para generar riqueza y crear empleo, siempre y cuando seamos capaces de divulgar sus excelencias sin dejar de trabajar por su preservación.