A todos nos queda más o menos claro que no vivimos tiempos de euforia, ni de campanas al vuelo, ni de optimismos exacerbados en casi ninguno de los sectores de la actividad económica de nuestro país. No obstante, los datos que nos van llegando del sector turístico y de los hoteles en las Islas Baleares nos llaman a una cierta tranquilidad, incluso a una actitud esperanzada, en consideración a las cifras de ocupación de los alojamientos y a la consiguiente llegada de turistas e ingresos.
El pasado mes de octubre, las Islas Baleares recibieron un total de 695.560 viajeros, con nada menos que 4,7 millones de pernoctaciones. Este registro sitúa al archipiélago Balear en la posición de destino preferido de los turistas extranjeros que eligieron España en el curso del último mes.
Es cierto que el número de turistas llegados a Baleares en octubre de 2012 experimentó un descenso respecto del mismo mes de 2011, aunque no es menos objetivo afirmar que el número de pernoctaciones registró un leve ascenso, en torno al 0,4 por ciento, según datos facilitados por la Encuesta de Coyuntura Hotelera difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el conjunto de nuestro país, se facturó un total de 23,9 millones de pernoctaciones hoteleras en octubre de 2012, con un descenso del 3,6 por ciento respecto al mismo mes de 2011.
No es ninguna temeridad defender que, en las actuales circunstancias, lograr mantener el volumen de negocio representa un claro indicio de la solidez del sector turístico en las Islas Baleares, y de sus expectativas de crecimiento, a poco que mejore la situación financiera internacional.