No revelamos ningún secreto si hacemos mención al desmesurado potencial que posee el mercado chino como país emisor de turistas, y a su gran margen de crecimiento. En efecto, a lo largo del pasado ejercicio 2010, un total de 50 millones de turistas chinos salieron de su país para visitar diferentes destinos en países extranjeros. La realidad a día de hoy, es que de ese ingente y proceloso caudal de turistas procedentes de la República Popular China, tan solo 2.000 recalaron en los hoteles de las Islas Baleares. Está muy claro que tales cotas de visitantes chinos en Mallorca, Menorca, Formentera o Cabrera pueden mejorarse con relativa facilidad, a poco que se programen las correspondientes acciones promocionales en origen y se superen ciertos escollos que aún desaniman a los viajeros chinos a elegir las Islas Baleares para gozar de sus vacaciones, o simplemente para conocer su patrimonio, su historia o su tremendo capital medioambiental.
En la actualidad, los potenciales turistas chinos se encuentran con algunas barreras ciertamente incómodas para recalar en las Islas Baleares. Por una parte, la inexistencia de vuelos directos hace que el viaje resulte más complejo y costoso. Por otra parte, cualquier turista chino aún encuentra ciertas dificultades significativas cuando se trata de conseguir un visado que lo habilite para viajar a España.
Estos aspectos, con relación al turismo procedente de China han sido objeto de reciente atención por parte del II Congreso Internacional de Turismo entre China y España, organizado por la Universitat de les Illes Balears, la Escuela de Hostelería y la Universidad de Sun Yat-sen, de Cantón. Ha quedado claro que el número de turistas chinos en las Islas Baleares experimentará un sensible crecimiento en los próximos años.