Isla de Colom es un enclave privilegiado frente a las costas menorquinas. Si estás de turismo en Menorca no puedes dejar de visitar este paraje natural de 59 hectáreas de superficie, a solo 200 metros del pueblo de Es Grau.
Isla de Colom: Qué ver y qué hacer
Visitar las islas Baleares supone adentrarse en paisajes diferentes. En el municipio de Mahón podrás descubrir esta pequeña isla, uno de los sitios que visitar si te preguntas qué ver en Menorca. Uno de los datos curiosos que esconde es que durante más de cien años perteneció a la misma familia, que la empleaba como lugar de vacaciones hasta su venta en 2018 por 3,2 millones de euros.
Actualmente, Isla Colom forma parte del Parque Natural de la Albufera del Grao, una reserva de la biosfera debido a la gran variedad de hábitats que se esconden en su interior. Desde dunas a zonas húmedas, en esta pequeña extensión están representados todos los ecosistemas de Menorca. Sin duda, un sitio que merece una visita durante tus vacaciones.
Las playas
Uno de los grandes atractivos de la Isla de Colom son sus playas vírgenes. En la costa oeste se encuentran estos dos arenales en los que recalan muchos barcos de recreo. Un paraje muy atractivo, ya que está resguardado de los vientos de la tramontana, muy habituales durante la época estival.
La playa de los Tamarindos y el Arenal d’en Moro se caracterizan por contar con una arena fina y suave y aguas azules y cristalinas. Son un gran contraste frente a los arenales del norte de Menorca, la zona más cercana.
Por supuesto, estos espacios no cuentan con ningún tipo de servicio para preservar la naturaleza. No encontrarás puestos de socorrismo o chiringuitos en los que tomar algo. Son el lugar perfecto para desconectar y conseguir evadirse en plena naturaleza mientras te bañas en el Mediterráneo.
Los cabos
La costa este de Isla de Colom contrasta con las playas descritas. Esta zona es mucho más abrupta y cuenta con acantilados. Los cabos Cap de Mestral y Cap de Llevant son los grandes protagonistas.
Podrás verlos desde el mar realizando una excursión en barco. Desde esta vista privilegiada podrás descubrir una entrada de mar conocida como Sa Mitjalluna que conecta los dos cabos. Esta zona de la isla es una joya única de la naturaleza capaz de rivalizar con los principales senderos de Menorca.
Los monumentos
Pese al cuidado de la naturaleza y la protección con la que cuenta en la isla, se pueden descubrir tres construcciones. Al usarse como espacio de veraneo durante años, hay dos casas situadas junto a la playa de Tamarindos. Una de ellas tiene más de 200 años de antigüedad. Actualmente, no cuentan con ningún tipo de actividad.
Por otro lado, hay una basílica paleocristiana y un monumento dedicado a tres víctimas de la peste fallecidas en el siglo XVIII. Fueron descubiertos en el año 1967 y están bastante bien conservados.
Snorkel y submarinismo
Los deportes acuáticos son una gran razón para visitar este enclave. Sus cristalinas aguas son perfectas para sumergirse en ellas y descubrir un ecosistema de gran belleza. El snorkel y el submarinismo son dos grandes opciones para conocer las criaturas que se esconden bajo el agua.
Coloridos peces mediterráneos, corales y las praderas de posidonia están presentes en las calmadas aguas de la costa este de la isla. Una experiencia muy agradable y placentera tanto para buceadores expertos como para aquellos que quieren dar sus primeros pasos bajo el agua.
La naturaleza de la isla
Este espacio natural cuenta con una gran biodiversidad en la que está representada la flora típica de las islas Baleares. Una de las principales especies es el arbusto Tamarindo, que le da nombre a la playa. Con origen africano, puede llegar a medir hasta 6 metros de altura, y es una de las especies más prolíferas de la isla.
Además, en este islote podrás descubrir el lagarto símbolo de las islas Baleares. La lagartija baleárica es un pequeño reptil que se vio esquilmado por especies invasoras, pero que en esta isla cuenta con una gran población.
No dudes en caminar por sus senderos para descubrir la gran variedad de hábitats diferentes que se esconden en este lugar. Se trata de una representación a pequeña escala de lo que puedes descubrir en la isla de Menorca. Conecta con la naturaleza y disfruta de un día calmado y diferente en esta Reserva de la Biosfera.
Cómo llegar a Isla Colom
Visitar esta isla es una de las cosas que te recomendamos si necesitas consejo sobre qué hacer en Menorca; pero tienes que llegar hasta allí. Para ello, hay varias opciones entre las que puedes elegir. La más sencilla de todas ellas es reservar una lancha rápida desde la vecina población de Es Grau. No es un billete muy caro y podrás elegir la hora de ida y vuelta que más te convenga. Te acercarán hasta la playa para que disfrutes de un día distinto en esta isla.
Si eres fan de los deportes de agua y el día es adecuado, puedes alquilar un kayak y emplearlo para desplazarte hasta allí. Necesitarás al menos cuatro horas para realizar la travesía con calma. Una forma de practicar algo de deporte y descubrir al mismo tiempo este entorno natural.
Una opción más glamurosa y que te permitirá ver la isla desde diferentes ángulos es alquilar un barco durante todo el día. Podrás aprovechar para visitar la zona de los cabos. Posteriormente, puedes echar el ancla frente a las playas y disfrutar de las vistas e incluso acercarte hasta los arenales. Sin duda, la opción más completa para disfrutar de este maravilloso lugar.
Isla de Colom es un paraje natural único en el que conectar con la naturaleza. Pese a su pequeño tamaño, sus costas esconden un gran contraste y cuenta con múltiples especies de fauna y flora, tanto sobre tierra como en sus cristalinas aguas. Una excursión perfecta para hacer desde uno de nuestros hoteles en Menorca. No dudes en preguntar a nuestro personal durante tus vacaciones.