En tus más serenas jornadas de clama, sol, playa y paisajes en Menorca, es bueno que sepas que nuestra isla atesora un espléndido patrimonio histórico y monumental, legado de una historia intensa, rica y milenaria. La experiencia de conocer estos rincones de Menorca es una oportunidad que no debes dejar pasar, ya que te hablamos de uno de los más reseñables atractivos de la más oriental de las Islas Baleares, en el centro de todos los caminos y civilizaciones que han nacido y surcado en torno al Mar Mediterráneo.
Por todo ello, ya sabes que si estas vacaciones de verano 2015 has decidido viajar a Menorca, seguro que no hace falta que te aconsejemos que disfrutes de sus playas, de sus calas, de sus aguas transparentes y de sus finos arenales. No obstante, si parece necesario que te recordemos que el patrimonio monumental de Menorca te reserva notables y gratas sorpresas, fruto de su rica e intensa historia y del esplendor y de la prosperidad que generaciones pasadas ya disfrutaron en la isla siglos atrás.
Hoy queremos recomendarte una visita pausada a la Iglesia del Roser, en Ciutadella, un irrenunciable legado que el Barroco más brillante quiso dejar en la antigua capital de Menorca. Aunque la construcción original de la Iglesia del Roser data del siglo XV, lo que podemos admirar hoy en su lugar es una brillante reconstrucción levantada a finales del siglo XVII.
En nuestros días, la Iglesia del Roser, en Ciutadella es utilizada como centro de exposiciones y eventos culturales. A lo largo de todo el año, sus nobles muros acogen una interesante programación de acontecimientos, dignos de toda atención.
Cuando accedas a la Iglesia del Roser, además de sentirte conmovido por su enorme belleza y armonioso equilibrio, reconocerás nuestra entrañable piedra de marés en multitud de elementos ornamentales distribuidos por el templo, como las aristas y junquillos de las bóvedas, los arcos o las bóvedas de concha de la techumbre. También merece una mención la imponente fachada de esta Iglesia del Roser, con su rosetón con la imagen de la Mare de Déu del Roser y sus admirables proporciones.
Al igual que otros edificios del Barroco de Menorca, debemos la autoría de la Iglesia del Roser a la familia Amorós, cuyo apellido está indisolublemente unido al patrimonio de Menorca.
En definitiva, entre momentos de playa o de discoteca, no estará de más que intentes disfrutar también con uno de los bienes culturales emblemáticos de Menorca.