Visitar el Castillo El Bil-Bil de Benalmádena.
Benalmádena es un municipio de la Costa del Sol, situado a 22 kilómetros de Málaga y abarca desde la Sierra de Mijas, hasta la costa. Es un núcleo muy turístico que ofrece una gran variedad de opciones para sus visitantes. Además de una gran extensión de costas y playa, y una muy buena oferta complementaria, también ofrece interesantes actividades de ocio y culturales, como parques de atracciones, acuarios y delfinarios, un teleférico, el mariposario, y por supuesto, el Castillo El Bil-Bil, del que hablamos hoy.
El Castillo El Bil-Bil es un edificio que se construyó en 1927 a petición de una rica familia. En realidad ni es un castillo, ni una fortaleza, ya que pese a su apariencia, se construyó como residencia privada.
El matrimonio Hermann, una familia de negocios francesa, le encargó al arquitecto Enrique Atienza una «casa de baños» en Benalmádena. En aquella época la pareja pasaba grandes temporadas en su lujosa casa de Málaga, y querían una adicional en Benalmádena, para disfrutar del mar, cuando aquella zona aún no estaba construida ni tampoco había carretera asfaltada. Los Hermann lamentablemente no pudieron disfrutar de su palacio ya que la construcción del mismo coincide con el inicio de la Guerra Civil Española, y ante esta situación, los Hermann deciden volverse a Francia.
El nombre de El Castillo Bil-Bil, proviene de sus segundos propietarios. Tras los Hermann, llega una familia americana que se hace con el castillo. Aunque el nombre del castillo tiene reminiscencias musulmanas, el nombre en realidad procede de la contracción de los nombres de los propietarios EL (Elsam, la madre) Bil (William, padre) y Bil (William, hijo). La familia americana, los Schestrom, vivió cerca de 30 años en el, durante los cuales realizaron mejoras del edificio, sobre todo en los jardines.
En los años 70, cuando el edificio ya erá un símbolo de Benalmádena, y tras la muerte de William padre, este pasa a manos del hijo, que quiere construir en su lugar un hotel. Esto se le hace imposible debido a la oposición municipal.
Posteriormente paso a manos de Gerard Saintmoux, que también quería hacerlo desaparecer para construir apartamentos. No pudo ya que el castillo fué declarado zona verde, lo que le protegía de la especulación urbanística al impedir la construcción en su solar, de unos 7000 metros cuadrados a pie de playa, y debido a ello el propietario lo dejó en el más absoluto abandono hasta que en los años 80 se lo vende al Ayuntamiento que lo convierte en un centro cultural. En el se celebran exposiciones, conferencias, conciertos y todo tipo de eventos, siendo las bodas civiles, el evento estrella. De hecho se dice que el Castillo El Bil-Bil es el recinto donde más bodas civiles se celebran de toda Málaga
El castillo tiene pinta de fortaleza, y es estructura alrededor de un patio. Su construcción y decoración recuerda a las construcciones musulmanas. Por fuera está pintado en un vistoso tono rojo y por dentro consta con elementos arquitectónicos de la arquitectura musulmana. Esto es así porque Atienza, al construir el edificio, cuenta con la ayuda de Antonio Santiesteban, restaurandor de la Alhambra y especialista en arte y arquitectura islámica. Así pues, los interiores del castillo están decorados con elementos típicos del arte islámico, como la decoración de paredes con azulejos, decoraciones de yeso, celosías, arcos de herradura, y fuentes.
El horario de visitas del castillo varía en función de la temporada, y puede consultarse en este enlace.
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