El paisaje lunar y la insularidad imprimen en las Islas Canarias un carácter singular que las hace únicas. Criaturas de ciencia ficción, árboles alienígenas y piedras de basalto que te harán sentir en otro mundo. En el blog de Hoteles Globales hoy queremos ponernos el traje de astronauta para viajar a la mayor de ellas: Tenerife.
Los Dragos Milenarios
El Drago Milenario, declarado Monumento Nacional en 1917, es un enorme arbol en forma de seta. Mide unos 20 metros de media y vive hasta 3.000 años. Este árbol es una especie endémica y solo crece en Tenerife. El más famoso de ellos es el Drago Milenario de Icod de los Vinos, muy cerca de nuestro hotel Globales Tamaimo Tropical ***. Con mil años y 18 metros de altura es el más antinguo y grande de su especie. Cuenta la leyenda, que estos árboles poseen una savia muy especial, con propiedades curativas.
Cuatro estaciones en la misma isla
Por la peculiaridad de su paisaje, Tenerife es uno de los pocos lugares del mundo capaces de combinar cuatro estaciones en el mismo lugar. La costa, que a lo largo de todo el año mantiene una temperatura cálida y agradable gracias al efecto de los vientos alíseos y del Océano Atlántico. Por esta razón, a Tenerife se la conoce popularmente como la isla de la primavera. Las temperaturas medias en esta zona son de 18°C en invierno y 25°C en verano.
En segundo lugar está la selva, la famosa laurisilva tinerfeña, situada al norte de la isla, donde las temperaturas son igualmente suaves, pero donde la humedad es extremadamente elevada y las precipitaciones son abundantes. El Norte contrasta radicalmente con el Sur, la tercera de las zonas climáticas tinerfeñas, donde a penas llueve y la vegetación es escasa. Y por último el Parque Nacional del Teide, con temperaturas negativas durante buena parte del año, donde por la elevada altitud (a más de 3.000 metros) abunda la taiga y la nieve.
El paisaje lunar
Tenerife es una isla volcánica y eso hace que su paisaje sea escarpado y de tonos rojizos y negruzcos. Aquí se mezclan la pizarra, con el basalto y otras piedras volcánicas a las que el tiempo y la erosión han dado forma de cráteres, roques (pequeños montículos), cuevas conos o picos. Todo junto, da a la mayor de las Islas Canarias un carácter único y hacer sentir al visitante como si estuviera en un planeta extraño y diferente.
La cueva del viento
Uno de los lugares más especiales de la isla es la cueva del viento, el mayor tubo volcánico de Europa y uno de los mayores del mundo, con un recorrido de 18 kilómetros. La cueva se encuentra en Icod de los Vinos, muy cerca del hotel Globales Tamaimo Tropical ***. En su interior se forman todo tipo de cavidades y pasadizos laberínticos, muchos de ellos inexplorados. En algunos se han encontrado restos de fósiles y asentamientos guanches.
La ballena de los Silos
En el municipio de los Silos, entre el Globales Acuario ** y el Globales Tamaimo Tropical ***, podemos encontrar una espectacular escultura elaborada con el esqueleto de una criatura milenaria: un rorcual boreal. La escultura sirve como reclamo turístico, pero también como símbolo de la concienciación ambiental y la necesidad de proteger a los grandes cetáceos marinos.